Ikea, está en boca de todos ¿por qué?.
La marca tiene sus defensores y sus detractores. Aunque, personalmente, conozco más de los primeros.
La llegada de Ikea a España allá por los años 80 permitió a mucha gente amueblar su vivienda con un estilo “como en las revistas” a un precio muy asequible.
Sus muebles tienen un diseño muy contemporáneo. Y su calidad es superior a la de los muebles de otras marcas con similares precios.
¿Su secreto?, bueno, más bien alguno de ellos, porque son muchos los factores que han influido en hacer de Ikea lo que es.
Principalmente el diseño que nos ofrecen, funcional y desenfadado, además nos aporta muchas posibilidades de uso entre sí. Un ejemplo, tienes la posibilidad de comprar muebles de cocina sueltos de distintas medidas y acabados para que tú mismo participes en el diseño de tu cocina eligiendo y combinándolos como se te ocurra.
Y si quieres llevarlo aún más lejos, incluso puedes comprar un mueble de cocina, añadirle unas ruedas y convertirlo en un mueble archivador para tu estudio, como nos muestran en el blog http://piratasdeikea.blogspot.com/ o en la web http://www.ikeahackers.net/. La pasión por Ikea ha llevado a algunas personas a tomarse la molestia de abrir páginas web en las que se pueden mostrar las transformaciones que ha hecho con los artículos de la marca. Son muy curiosos e interesantes. Si hubieras comprado tus muebles por un dineral en cualquier otra tienda ¿cómo te ibas siquiera a plantear “tunearlo” de esa forma? Seguro que ni siquiera dejarías que tu hijo jugara en un radio de 2 metros de esa mesa de comedor en la que te has dejado la mitad de tu sueldo de este mes.
Otro detalle que hace a Ikea diferente, es que cuidan (y mucho) a sus clientes, pensando, por ejemplo, en las familias con niños. En ningún otro sitio puedo permitirme emplear el tiempo que invierto en visitar Ikea. Porque allí me ofrecen una serie de comodidades que son muy de agradecer cuando haces compras con niños. Disponen de zona de juegos vigilada, menús especiales, carritos, calienta biberones, baberos, etc. Y, lo más importante, tus hijos pueden explotar e investigar todo lo que quieran sin que un vendedor te mire mal. Al contrario, en Ikea te animan a ello, a abrir cajones, puertas,…
Mucha gente se queja de que los muebles te los tienes que montar tú mismo, pero si de algo abunda en este país son manitas. De hecho, yo he llegado a ver a mi hermano verdaderamente entusiasmado con la idea de tener que pasar toda la tarde montando los muebles que se acaba de comprar. La mayoría de la gente no llegamos al punto de entusiasmo que alcanza mi hermano, pero no me negareis que tiene su aquel.
Afortunadamente, las instrucciones son muy claras e incluso yo he sido capaz de montarme los muebles. Resumiendo, aunque, seguramente, muchos otros decoradores me rajarían por decir esto: ME GUSTA IKEA.
